jueves, 21 de abril de 2011

Ger Mucli





Aspectos generales: Ger Mucli es un tipo valiente y frío que tubo una infancia muy dura. Es un monigotiense azul, raza poco común que se cree extinguida, Ger fue el último superviviente al gran ataque a la aldea Aqensi de los MG3. Siempre lleva su capucha naranja de aprendiz, que es su único recuerdo de la aldea. Ger es muy inteligente y a la vez ágil y fuerte, aunque agradece sus éxitos a la compañía, que son un grupo de personajes que le ayudan, a veces el número varía, pero siempre está su fiel amigo Timmy. Este personaje se podría clasificar como anti-héroe, pues, aunque salva al pueblo y siempre actúa desinteresadamente, su desidiosa conducta criminal le delata.
Historia: Ger vive numerosos percances durante toda su vida, su archienemigo, que conoce en Ger Mucli 1, es Mr. Cubes, aunuque RoboGer, una versión robótica de si mismo y Morthok, Dios de la muerte, son otros de los grandes enemigos a los que este anti-héroe se enfrenta. El protagonista se enfrenta a grandes retos durante toda la saga y sale victorioso de casi todos, salvo en Ger Mucli 3, cuando muere (Aunque luego logra resucitar), en Ger Mucli 4, cuando se le escapa Mr. Cubes con la copa de los deseos y en Ger Mucli 8, cuando los Eyeop arrasan la base Ciberian y Ger se queda criogenizado durante 5000 años.
Origen: El origen de este personaje queda claro en el primer capítulo del primero de la saga, dice así:
"Capítulo 1: Aquensi.
Hola, me llamo Ger Mucli, y he vivido toda mi vida orgulloso de mi aldea; Aquensi. Los Aquenses éramos gentes fuertes e inteligentes, ya que solo los mejores lograban superar el ritual de iniciación, y mi familia siempre ha superado el ritual, no tenía miedo, además mi mentor era Char, un tipo hábil y astuto como él solo, nunca había decepcionado a nadie, y como la edad ya empezaba a provocarle estragos, había decidido dedicar sus últimos años a transmitir todos sus conocimientos a alguien, me había enseñado todo, desde el amplio repertorio de artes marciales hasta las más rebuscadas estratagemas para convencer a alguien, también me enseñó a manejar la espada. Y en los días más tranquilos, me enseñaba a construir aparatos para defenderme en caso de estar indefenso, me convirtió en el guerrero invencible que soy hoy.
Aún recuerdo aquellos días como si fuesen ayer:
Eran altas horas de la madrugada, y no podía dormir, no hacía más que pensar en el ritual de iniciación, una vez lo superase, ya sería adulto, podría sentirme orgulloso del color azul de mi piel como el resto de cazadores, se me reconocería en la tribu y podría salir a cazar y lucir una radiante capucha roja de adulto. “Que locura”, me decía a mí mismo, desde el mismo día en que nací, interiormente me creía que este día nunca llegaría, que seguiría siendo un niño toda mi vida y nunca saldría de esta aldea, aunque ahora me cercioraba de lo contrario. Por fin podría alcanzar la edad adulta y podría salir a cazar.
En el ritual de iniciación solían participar jóvenes de cinco en cinco, dejando la posibilidad de que sólo dos de ellos pudiesen retirarse después de derrotar al primer dragón, pues el objetivo era arrancarle un ojo y traerlo a la aldea, el aprendiz que había matado al dragón se llevaba un ojo y ofrecía el otro al personaje que considerase más fuerte y leal del grupo para así volver juntos a la aldea. La segunda pareja no siempre triunfaba, pues se suponía que los más fuertes del equipo se habían retirado. Volver a la aldea sin los ojos del dragón era resignarse a llevar la capucha gris de la vergüenza toda la vida, así que la mayoría preferían perecer en el acto. Escasas ocasiones volvía el último, pues estaba solo a la hora de enfrentarse a un dragón, y aún más al volver a la aldea si lograba vivir, pero igualmente se le otorgaba la capucha roja y además un símbolo que representaba la valentía.
Aunque hace unos años habían nacido muchos retoños, y los peces gordos de la aldea se habían visto obligados a aumentar el número de participantes en la prueba, de cinco a seis. Muchos no aprobaban esto, ya que eso suponía más probabilidades de que todos sobreviviesen y empezase un proceso de sobrepoblación en la aldea, además, los obreros comenzaban a estar cansados de tener que construir día y noche para poder agrandar la aldea y dar cobijo a los nuevos cazadores que se iniciaban, incluso habían tenido que dar la capucha roja a muchos que no habían superado la prueba y habían vuelto a la aldea con las manos vacías para que pudiesen trabajar en la construcción.
Yo, por aquel entonces ya había hecho grandes cosas en la aldea, aunque solo unos pocos las reconocían, pues la capucha amarilla de infante parecía que fuese un letrero en que pusiese “Soy tonto”, ya que era una prueba irrefutable de que no era más que un niño que ni siquiera podía salir de la aldea. Y eso que probablemente yo les hubiese salvado la vida más de una vez, pues fui yo quien diseñó esas antenas que atraían los rayos y evitaban que destrozasen las casas y quemasen la aldea, pero a la gente le daba igual, si tu capucha era amarilla, eras un niño y punto. Ni siquiera recordaban esa gran tormenta de la que muchas veces me hablaban los mayores, según ellos tuvo lugar un par de años antes de que naciese, me explicaron que un rayo prendió una de las enormes plataformas de troncos colgadas sobre el río y murieron más de diez Aquenses mientras intentaban soltarla y que no quemase el resto de la aldea. Podía haberse repetido varias veces aquella situación de no haber sido de mi genial invento, incluso podíamos haber muerto todos, pero no, mi trabajo nunca sería reconocido mientras fuese un criajo con una maldita capucha amarilla. Aunque eso se había acabado, iba a superar la prueba sí o sí. Los primeros rayos del sol entraban por la ventana, me había pasado toda la noche en vela, incapaz de dormir por la emoción."

Personalidad: Por lo general es alguien frío y calculador, que no se deja llevar por las emociones, aunque tiene ciertas obsesiones relacionadas con la violencia que le hacen actuar de una forma bastante impropia de él, cuando tiene un gran poder destructivo en sus manos, sufre ciertas emociones incapaces de reprimir que le han llegado a causar serios problemas. Cuando el personaje adquiere cierta edad en la saga, la obsesión con las armas desaparece y adquiere una personalidad un poco más alegre, así borrando de su cara su típica expresión de rechazo y asco y adquiriendo otra diferente que denota positividad y esperanza.












La saga: La saga de Ger Mucli, más conocida como "El abismo estelar" está formada por 3 trilogías:

Trilogía I: El meteorito del abismo.
Episodio I: La conspiración.
Episodio II: Guerras biónicas.
Episodio III: La gran aventura de Timmy.

Trilogía II: La copa de los deseos.
Episodio IV: En busca de la copa.
Episodio V: Los portales a otros mundos.
Episodio VI: El espíritu de la copa.

Trilogía III: La era de la oscuridad.
Episodio VII: Las guerras de materia oscura.
Episodio VIII: La venganza de la oscuridad.
Episodio IIX: El mito de las sombras.

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